Cuando uno oye la palabra Risotto, imagina un plato italiano de arroz difícil y muy elaborado, pero yo no lo veo así. La otra noche me iba a preparar unos puerros saltaeados de cena y fui añadiendo poco a poco otros ingredientes improvisando el rissoto que le da nombre a esta receta.
Despues de freir media cebolla y añadir dos puerros cortados en aros, decicí añadir una taza de arroz basmati (se qué no es habitual tener este tipo de arroz en la despensa, pero si no lo tienes, puedes usar uno normal, aunque yo recomiendo el basmati). Después añadí una pastilla de caldo de pollo y un vaso de agua. Según se consumía el líquido, fui añadiendo más agua. Cuando llevaba unos 15 minutos de cocción, decidí añadirle un poco de vino...un poco de queso en trocitos pequeños (porque no tenia queso rayado) y por último, el toque final, un poco de nata. Insisto que fui improvisando en todo momento. Afortunadamente tenía todos los ingredientes necesarios. Y así fue como hice este RISOTTO para chuparse los dedos. Hoy al contrario de lo habitual, los ingredientes (para 3 personas) vienen al final:
1/2 cebolla.
2 puerros.
1 taza de arroz basmati.
1 chorrito de vino
1 pastilla de caldo de pollo
Queso rayado o en su defecto, un poco de queso curado en trocitos.
100 ml. de nata.
Para esta receta no hay foto. Si quereis que el arroz tenga el color de la paella, le podeis añadir un poco de colorante ( de ese que usan nuestras madres). Ya veis, una receta sencilla, la nata hará el arroz muy cremoso y suave y vuestros invitados se quedarán encantados. Quizás no parezca tan fácil, pero si no os sale perfecto en el primer intento, habrá que mejorarlo en el siguiente. Bon appetit!!
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